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En solo dos días, mujer campesina consiguió trabajo tras asistir a convocatoria de la Agencia Pública de Empleo



Luz Marleny Zabala González llegó hace varios años desde la vereda Santa Rita del municipio antioqueño de Ituango a Medellín en busca de oportunidades para el sustento de sus hijos.


Medellín (Antioquia), 21 de marzo de 2023.

Para una mujer campesina de 37 años, cabeza de familia y oriunda del municipio de Ituango (Antioquia), partir a la ciudad en busca de oportunidades no es nada fácil. Es el caso de Luz Marleny, quien hace algunos años llegó a Medellín tras terminar su bachillerato con la intención de asegurar un mejor futuro para sus hijos.


A su llegada a la capital del departamento consiguió empleo en una cadena de hoteles donde permaneció un tiempo, pero luego se retiró cuando le cambiaron las condiciones labores. Estuvo sin empleo por varios días y con hoja de vida en mano recorrió establecimientos comerciales buscando la oportunidad de desempeñarse en oficios varios, pero no encontró una vacante.



En ese entonces alguien le contó sobre la Agencia Pública de Empleo (APE) del SENA y que así podía tener una oportunidad de ubicarse laboralmente.



Hoy recuerda que fue un poco incrédula al comienzo. Pasó varios días pensando que quizás iba a perder el tiempo, ya que hasta la plata para un bus era escasa. Pero se animó y llegó el día: salió de su humilde casa de tabla ubicada en el barrio Carpinelo, en la zona nororiental de Medellín, donde vive de la caridad de unos familiares, ya que el año pasado, a causa de un deslizamiento de tierra, perdió su vivienda y pertenencias que había conseguido con el trabajo de camarera.



Tomó el primer bus hacia La Minorista, se bajó, preguntó por la Agencia Pública de Empleo, caminó unos pocos metros y llegó un poco temerosa, pero luego de que le brindaron asesoría y la postularon para una vacante salió feliz.



“Cuando me decían que me acercara al SENA yo pensaba que eso no era para mí, porque mandaba muchas hojas de vida a algunos establecimientos y nunca me salía el trabajo, nunca me llamaban, pero allá eso fue distinto rapidito”, aseguró Luz Marleny.



A los dos días de haber presentado su hoja de vida fue convocada para presentar pruebas y realizar exámenes de rigor. Ahora trabaja en una prestigiosa cafetería en Laureles y el salario que gana le ha permitido sostener a su familia. Además, ahora tiene un respaldo para pagar el crédito que solicitó con el fin de costear los gastos del curso que realiza su hija en una escuela de Policía.



“El trabajo me sirvió demasiado porque yo le pago la carrera a mi hija, que está estudiando como profesional en la Policía. Yo antes no tenía para los gastos de ella ni de mi casa. Mi hija comenzó como auxiliar y ahora va a graduarse como patrullera”, agregó Luz Marleny.



Su hijo menor está en el colegio y piensa esperar a que termine su bachillerato para incentivarlo a que se postule en el SENA y pueda realizar una carrera técnica o tecnológica, ya que considera que el Servicio Nacional de Aprendizaje es una de las entidades más queridas del país, que abre las puertas a un futuro mejor.

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